Te voy a explicar a grandes rasgos cuál es la diferencia entre una empresa y un negocio.
Verás.
Una empresa es un ente, que ya sea en formato de sociedad o de autónomo, actúa en una actividad comercial.
Y es indistinto que tenga empleados o no.
Y un negocio es cuando esa empresa es capaz de reportar a su propietario un estilo de vida concreto en el que como mínimo, puede disfrutar de libertad total de movimiento y de unos ingresos acordes a la actividad y el tamaño.
O sea, eso que nos gustaría a todos los empresarios.
¿O no?
Porque te sorprenderías de la cantidad de personas que cuando montan su empresa no lo hacen con ese fin.
Muchos la crean solo para tener un trabajo.
Y no es que yo piense que esté mal trabajar.
Todo lo contrario.
Dicen incluso que dignifica.
Pero con el esfuerzo que cuesta crear y mantener una empresa, pues como que tiene poco sentido.
Es como si compraras un piso para alquilarlo y tuvieras que estar en él 10 o 12 horas cada día para asegurarte de que los inquilinos viven bien.
Un sinsentido ¿verdad?
Al final, los que piensan así, lo que acaban teniendo no es un negocio, y ni siquiera es una empresa.
Lo que obtienen es un flamante autoempleo.
Eso que tantas veces se oye últimamente, pero que por alguna razón muchos no terminan de interiorizar.
Y si te soy sincero, y aunque me cuesta entenderlo, me parece hasta bien.
Pero lo que ya no me parece tan coherente es que después se quejen de lo mucho que trabajan y lo poco que obtienen a cambio.
Unos ponen como excusa que es que su trabajo les gusta mucho y que por eso no tienen intención de dejar de hacerlo.
Y otros dicen que es que su idea nunca ha sido forrarse.
Pero lo que yo creo es que es más una cuestión de que no saben cómo hacer todo lo que conlleva actuar como empresario, y se sienten más cómodos en lo que controlan.
Aparte de estos, están los que viven así porque es que no saben muy bien cómo hacer que su empresa trabaje para ellos.
Y mira.
Si tú estás entre los primeros, pues nada, te felicito y que te vaya bien.
Pero si eres de los segundos, de los que no saben cómo convertir la empresa en negocio, pues ahora te digo qué es lo que te hace falta, que aunque no es simple de implementar, tampoco es tan difícil.
Especialmente si sabes cómo hacerlo.
Aunque de eso irás aprendiendo conmigo si sigues por aquí.
Verás.
Lo primero y fundamental que necesitas es tener mentalidad de empresario. Es decir, que estés convencido de que lo que quieres es que tu empresa trabaje para ti y no al revés.
Lo segundo que necesitas es aprender todo lo necesario para dirigir.
Es decir, formarte en aquellas cosas que te ayuden a gestionar la empresa, como por ejemplo: ventas, marketing, finanzas, gestión de personas, y unas cuantas cosas más. Porque seguir formándote en lo que ya dominas te va a ayudar muy poco.
Lo tercero que necesitas es dotar a tu empresa de una base estratégica.
O sea, darle un porqué, un para qué, y un cómo.
Y lo cuarto que te hace falta es crear los sistemas y procesos que la permitan funcionar en automático -o casi-, para que todo funcione sin que tú tengas que estar presente.
Como te digo, no es fácil y tampoco es algo que se consiga en un par de semanas.
Pero sabiendo lo que te hace falta, al menos estás mucho más cerca que los demás.
Disfruta del día!
Rafa Valero
PD – Para saber en qué medida eres autoempleado, respóndete a esta pregunta: ¿Cuánto tiempo podrías ausentarte de tu empresa por cualquier motivo, sin que nada fallase y sin que se resintiesen los ingresos que estás percibiendo?
PD2 – Convertir tu empresa en negocio no implica que tengas que estar todo el día debajo de una palmera tomando caipiriñas. Implica que no tienes la obligación de ir a trabajar si no quieres, pero no que no lo hagas.