De todos es sabido que el estrés es uno de los peores enemigos de empresarios, directivos y profesionales.
Y muchos intentan solucionarlo a base de trabajar más duro y dedicar más horas.
Pero no se dan cuenta -o sí, no lo sé- de que eso no sólo no les ayuda, sino que encima lo empeora.
Porque al actuar así se meten en una especie de bola de nieve que irremediablemente les conduce a la infelicidad, incluso aunque sus empresas, o los departamentos que dirigen, estén obteniendo el mayor de los éxitos.
A ver.
Todo el mundo sabe, o debería saber, que el único modo de lograr sacar el trabajo adelante manteniendo el estrés a raya, es a base de seguir un buen método de organización y actuar siempre bajo la lógica de la productividad.
Porque eso da el control y la claridad necesarios para avanzar incluso en los peores momentos.
Pero también es verdad que en ocasiones, incluso siendo un portento de la organización y la productividad el estrés acaba haciéndote mella.
Y para esos momentos tengo un truco para ti.
Limpia.
Sí, lo que has leído.
Coge la escoba y barre, vete a lavar el coche, u ordena un cajón o un armario.
Elige lo que más rabia te dé, pero limpia.
Y no me digas que esto es una chorrada y que a ti no te funciona porque ya limpias y ordenas muchas veces en tu casa o en la oficina y no por ello notas más relajación.
Pero es que te olvidas de un detalle…
…que no lo haces porque estés estresado, sino que lo haces porque hay que hacerlo.
Y eso es una diferencia sustancial.
Mira.
Esto funciona porque al esmerarte en limpiar u ordenar lo mejor posible te olvidas del trabajo que te provoca el estrés.
Pero sobre todo funciona, porque el chute de satisfacción que recibes al ver cómo va cambiando lo que estés limpiando u ordenando es muy potente.
Te hace sentir que tú tienes el control y que estás logrando el objetivo del trabajo que realizas.
Un ejemplo de esa sensación, es cuando limpias un coche lleno de barro con una manguera a presión.
¿Lo has hecho alguna vez?
Tú pruébalo.
La próxima vez que sientas que el estrés no te deja avanzar, deja lo que estés haciendo y ponte a ordenar cajones.
Olvídate por un rato de lo importante que son esas tareas, y limpia.
No te metas en la bola de nieve que te conducirá a la mayor de las insatisfacciones.
Párate, relájate, y después continúas.
Y si tu estrés es diario y no puedes ponerte a limpiar todos los días, no te preocupes porque en breve te presentaré un modo de tomar el control de tus tareas y tu tiempo, que harán que el estrés se quede en un mero recuerdo.
Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Si tu negocio se basa en limpiar u ordenar cosas, y eso es lo que te estresa, pues prueba a crear una presentación en Power Point o a planificar las finanzas.
