Todos nos metemos las manos en los bolsillos.
Y en algunos casos hasta queda fashion.
Sin embargo, deberías saber que en muchas ocasiones este gesto, que parece inofensivo, puede resultar perjudicial para tu imagen.
Especialmente cuando estás conversando con un cliente, un proveedor, o un empleado, cuando estás en una reunión, o, sobre todo, cuando estás haciendo una presentación ante un público.
Es verdad que suele ser inconsciente, sobre todo si no estás acostumbrado a estas situaciones.
Pero por la cuenta que te trae, deberías hacerte consciente y evitarlo, porque entre otras cosas:
Transmite inseguridad
Cuando hablas con un cliente o presentas una idea a tu equipo, necesitas mostrar confianza en lo que dices.
Y si tus manos están escondidas en tus bolsillos, puede transmitir la sensación de que te sientes incómodo o inseguro.
Dificulta la comunicación
Otro problema radica en que, al ocultar tus manos, estás perdiendo una parte esencial de la comunicación no verbal.
Tus manos son una herramienta poderosa para enfatizar tus puntos y transmitir tu entusiasmo a través de la gesticulación.
Puede percibirse como falta de interés
Meterse las manos en los bolsillos también puede dar la impresión de que no estás comprometido o interesado en la conversación.
Y en el mundo empresarial, donde las relaciones y la comunicación efectiva son clave, esta percepción puede ser perjudicial.
Como para no tenerlo en cuenta, ¿verdad?
Afortunadamente, eliminar este hábito no es complicado, y todo empieza por ser consciente de que lo haces.
Es decir, estarte pendiente y cada vez que te las metas, sácatelas enseguida.
Aparte de esto, también puedes coger un bolígrafo cada vez que vayas a enfrentarte a una situación de estas, porque así será más difícil que te metas las manos en los bolsillos.
Al menos la que porta el bolígrafo, que aunque no soluciona el problema al 100%, sí que lo minimiza notablemente.
Y también puedes decirle a alguien de confianza que te avise con cualquier gesto si ve que te las metes.
Que aunque está claro que no siempre tendrás quien te acompañe, es una opción que puedes «preparar».
En fin, sobre esto solo me queda decirte que te acuerdes de que en el mundo de la empresa todos los detalles cuentan, y tus gestos no verbales son una parte esencial de cómo te perciben los demás.
Así que, la próxima vez que te tiente meterte las manos en los bolsillos, acuérdate de la imagen que con ello vayas a dar.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Ni estando con tus amigos deberías hacerlo.