Las oficinas ruidosas causan estrés.
Causan tanto estrés, que incluso son capaces de disminuir la productividad de los empleados hasta en más de un 60%.
Y con estas cifras más te vale poner silencio, porque el ruido te está costando una pasta.
Lo bueno, o lo malo, según se mire, es que al menos la mitad de ese ruido suele ser provocado por los propios trabajadores.
Ya sabes, esos que se pasan las horas comentando con voz elevada cualquier cosa que les haya pasado, o que cuando se ríen martillean tus oídos como una taladradora.
Pero hay soluciones.
Según el tamaño de tu empresa o la capacidad de tus instalaciones, unas podrás utilizarlas y otras no, pero al menos las conocerás.
1- No permitas que en las zonas comunes se hable de temas que no sean exclusivamente de trabajo.
A ver, no pasa nada porque a nivel privado se comente lo que sea con un compañero. Pero para hablar “al mundo” sobre el partido del día anterior, sobre las próximas vacaciones, o sobre cualquier otra trivialidad personal, que usen la zona del café o que esperen a salir de la oficina.
2- Separa las mesas.
Está claro que no vas a poder evitar que surjan conversaciones, pero si hay un buen espacio entre compañeros, iniciarlas será más complicado.
3- Pon barreras entre ellos.
Si pones biombos, estanterías, plantas, o lo que sea entre ellos para que actúen como barreras para el sonido, evitarás que lo que se hable entre unos pocos llegue a perturbar a la mayoría.
4- Mueve de sitio al charlatán.
Esto es muy infantil, pero a veces no te queda otra que actuar como el profe malo, porque hay empleados que por las buenas no aprenden que tienen que bajar el volumen.
5- Habilita una zona aislada para las llamadas telefónicas.
Como generalmente solemos elevar el tono para que nuestro interlocutor nos oiga bien, y eso molesta bastante a los que nos rodean, una buena opción es facilitar una sala aislada para que hablen por teléfono, y como hoy en día la mayoría de las llamadas son con el móvil, pues no les supondrá demasiado problema moverse para hacerlo.
Y ya está.
Como te he dicho, según cómo sea de grande tu empresa quizá no puedas implementar ninguna de estas ideas.
Pero seguro que te sirven como base para crear tus propias soluciones.
Que la productividad te acompañe!
Rafael Valero
PD – Si crees que el ruido no es la causa de tu baja productividad, pero no logras descubrir a qué se debe, mira aquí.