Ayer te envié mi reflexión sobre por qué te interesaba participar en LinkedIn.
Y hasta ahí, bien.
Pero al cabo de un rato me llegó un email de uno de vosotros que me decía, entre otras cosas:
“No solo no tengo tiempo, sino que, además, tampoco sé sobre qué escribir”.
“Leo lo que ponen los demás, pero aun así no se me ocurre qué contarle al mundo sobre mí”.
Vale.
Sobre lo de la falta de tiempo, sin comentarios.
Ahora bien, respecto a lo de no saber sobre qué escribir, lo entiendo perfectamente.
Yo también lo viví.
Y aun a día de hoy, de tanto en tanto, me pasa.
Así que te voy a dar un “truquillo” que te puede ayudar bastante.
Consiste en hacerte una serie de preguntas a ti mismo, para que de alguna manera te inviten a reflexionar.
Son estas:
1- ¿Hay algún logro que merezca la pena mencionar?
Si es así, compártelo y alardea, que si lo haces con humildad, la gente lo cogerá bien.
2- ¿Has sufrido algún fracaso últimamente?
Da igual que sea grande o pequeño, y también que te haya pasado ayer o que pasara en tus inicios.
La cuestión es que las personas admiramos la honestidad, y a menudo nos gustan más las historias de fracasos que de éxito.
Así que, ¿por qué no sacar provecho de tus errores?
3- ¿Eres diferente de tus competidores?
Cuenta en qué y explica cómo puede beneficiar eso a tus clientes.
Pero no lo hagas en formato venta, porque la gente somos muy “especialita” y no nos gusta que nos vendan.
Simplemente, explícalo de buen rollo.
4- ¿Hay algo en lo que estés trabajando que te emocione especialmente?
Pues cuéntalo y comparte esos apasionantes proyectos en los que estés metido, porque es probable que inspires a otros a acercarse.
5- ¿Tienes alguna anécdota?
Da igual que sea simpática o más seria, pero si te ha pasado a ti o a tu personal algo curioso con vuestros clientes, o en el desempeño de vuestro trabajo, compártelo para que nos riamos o lloremos contigo, o para que los demás podamos aprender algo.
Y poco más.
Cuando yo me planto delante de la ventanita esa de LinkedIn para escribir y no se me ocurre nada, estas son las preguntas que me hago.
Y siempre, siempre, sale algo.
Bueno, espero haberte ayudado.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Si se te ocurre alguna pregunta que pueda motivar la reflexión, envíamela.