Vender a precios bajos es una tentación que siempre está en la cabeza de la mayoría de los pequeños empresarios.
Y muchos caen.
Unos porque creen que así venderán más.
Otros porque creen que así ayudan más a los clientes.
Y unos pocos, porque se mienten así mismos diciendo que su intención no es forrarse.
Y yo no sé si tú estás entre estos.
Pero por si lo estuvieras, déjame que te diga que vender a precio bajo es una muy mala estrategia.
Porque lo que en un principio es una motivación, a largo plazo se convierte en un verdadero dolor de cabeza.
Y créeme que lo entiendo, porque la competencia es cada día más feroz y a veces parece que la única forma de conseguir clientes es reduciendo los precios.
Pero, ¿a qué coste?
Porque si esos precios de venta los marcas bajos como una estrategia de entrada en el mercado, y tienes bien medida la rentabilidad, pues todavía puede tener un pase.
Pero si lo haces por la creencia de que lo que buscan los clientes es el famoso: “bueno, bonito y barato”.
Y encima no eres muy bueno con los números, pues déjame decirte que te estás equivocando.
Para empezar, porque esta estrategia solo funciona si consigues ser el más barato del mercado.
No uno de los más baratos, sino el más barato.
Pero, además, porque:
Pones tu rentabilidad en peligro
Cuando vendes a precios bajos, tus márgenes de beneficio se desvanecen a toda mecha, y si no tienes cuidado, incluso vender puede sacar dinero de tu bolsillo en lugar de meterlo.
Te perciben como peor
Aunque tengas el mejor producto o servicio del mercado, si lo vendes a precio bajo, la percepción que van a tener tus clientes es el de baja calidad, lo cual va en contra de tus intereses.
Porque convéncete de que la idea de lo bueno, bonito y barato es una utopía que los compradores saben que no existe.
El riesgo de perder dinero aumenta
Cuando vendes con muy poco margen, cualquier pequeño error puede ser fatídico.
Cosas como que un empleado meta la pata, que tengas que repetir el trabajo, o una “simple” baja médica más larga de lo habitual, te puede hacer perder dinero.
Trabajas más que los demás
Mantener los precios bajos significa que debes vender mucho más solo para llegar a final de mes, y eso implica más personal, más horas de trabajo, etc.
¿Te parecen suficientes motivos, o quieres más?
Porque hay más.
Como, por ejemplo, que la preocupación constante te genera mucho estrés y no te deja avanzar con tranquilidad.
La solución es de perogrullo, pero es que no hay otra: ¡Sube los precios!
Y en lugar de competir por precio, intenta destacar en valor, comunicando claramente por qué tus productos o servicios son especiales.
Y resaltando, sobre todo, lo que te hace único y cómo puedes mejorar la vida de tus clientes.
Demuestra al mundo por qué vale la pena pagarte un poco más.
Ya sé que no es fácil.
Especialmente si toda tu carrera empresarial ha girado en torno a vender a precios bajos.
Pero es una decisión mucho más inteligente que mantenerte en una línea que marcan los clientes solo por egoísmo.
Si no sabes cómo hacerlo, habla conmigo y te ayudo.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Vender barato es una de las principales razones por las que un negocio fracasa