Yo no soy experto en LinkedIn.
Por no ser, ni siquiera llego a aprendiz.
Así que si esperas leer algo profundo sobre el tema, déjalo ya, porque aquí no lo vas a encontrar.
Simplemente, quiero hacerte una reflexión sobre por qué, si eres empresario, deberías aprovecharte de esta red.
Porque yo en su día no la encontré, y sabiendo lo que sé hoy, bien me habría servido encontrármela.
Para empezar debes saber que a mí no me gusta LinkedIn.
Bueno, no me gustaba hasta que llegué a la conclusión de que tenía que dejar de verla como una red social.
Porque el concepto que tengo yo de red social es el de entretenerme.
Y en LinkedIn puedes hacer cualquier cosa, menos entretenerte.
Porque es bastante aburrida.
LinkedIn es para hacer negocios.
O no hacerlos si no quieres, pero sí estar si eres profesional de cualquier cosa.
Aunque justamente en esa frase de “sí estar si eres profesional…” es donde está el primer error de los que no la aprovechan.
Porque por aquello de seguir la tendencia, “y estar”, uno se crea un perfil, pero como es bastante sosa, pues raramente vuelve a entrar nunca.
Eso es lo que hice yo.
Y eso es lo que hacen multitud de empresarios que no le ven el beneficio por ningún lado.
Pero créeme que es preferible no tener perfil, que crearlo y abandonarlo sin ni siquiera haberlo configurado correctamente.
Porque si a alguien le da por buscarte, y te aseguro que muchos lo hacen, cuando te encuentran y ven el «abandono», se llevan una decepción.
Y quieras que no, muestra falta de profesionalidad.
Porque esto no es Instagram.
Esto va de ti como empresario y de tu negocio.
Además, has de pensar que las cosas pueden cambiar de un día para otro.
Y lo que hoy no es más que una anécdota, mañana puede ser clave.
Y tu marca personal, y estar donde se te pueda ver, es de esas.
Por eso, aunque tengas mucho trabajo, pienses que ya estás mayor para estas cosas, o lo que sea que se te ocurra como excusa para no interactuar en esa red, deberías moverte en LinkedIn.
Entre otras cosas, porque te ayuda a crear y fomentar una marca personal sólida.
Porque la gente cada vez se basa más en la historia y los valores de quien les vende, que en los propios productos o servicios.
Especialmente cuando hablamos de algo de alto valor.
Por otro lado, pone a tu alcance a otros profesionales, clientes y proveedores, a los que difícilmente podrías llegar de otro modo.
Ya sea por la distancia, por las diferencias de actividad, o porque se basen en lo conocido que eres en el mercado.
Que gente hay para todo.
Y, por supuesto, porque te ayuda a aumentar la visibilidad de tu empresa.
Ahora bien, el problema, que es por lo que la inmensa mayoría no quiere aprovecharlo, es que no basta con tener un perfil y entrar de vez en cuando a ver qué se cuece.
Para que funcione has de publicar contenido de calidad de tanto en tanto.
Y, además, interactuar con el resto de los que están dentro, comentando lo que publican, y enviándoles mensajes que no sean solo para intentar venderles algo.
Y eso lleva trabajo.
Pero es que eres empresario, y hacer que te vean forma parte de tus tareas, aunque no te guste.
En definitiva, mantenerte activo en LinkedIn es una estrategia más que inteligente si eres empresario.
Tanto por estar preparado por un posible futuro cambiante, como por si este no cambia.
Así que no cometas el error que cometí yo, y que seguramente estarán cometiendo tus competidores, y aprovecha la herramienta para que el mundo sepa de ti.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Pagas cuotas por estar en distintas asociaciones de empresarios, que generalmente no te aportan ningún beneficio y, sin embargo, a esta que puede aportarte negocio, y es gratis, no le prestas ninguna atención.