Hay un fenómeno muy habitual entre los pequeños empresarios que aunque se habla poco de él, es bastante significativo.
Me refiero a la desconexión de la realidad cotidiana.
O dicho de otra manera, eso de vivir solo para trabajar.
Y si tú lo estás padeciendo, deberías hacer algo, porque te puede afectar bastante, y no precisamente para bien.
Porque dedicar todo el tiempo que no duermes a trabajar, puede que esté bien en un momento puntual para cubrir una necesidad.
Pero hacerlo por norma no es demasiado inteligente.
Entre otras cosas, porque te excluye de las experiencias comunes, como el tiempo con la familia, o las interacciones sociales.
Pero, también, esa “ausencia de la vida” hace que tomes decisiones menos empáticas por la falta de experiencia directa con las realidades cotidianas, aplicando medidas que no reflejan las auténticas necesidades de tus empleados o de tus clientes.
Y aunque no te lo creas, también afecta a la cultura empresarial, minando la moral del equipo, e incluso la buena percepción que pueda tener la empresa en el mercado.
Yo no sé cuántas veces te voy a decir que trabajar más horas no es la solución a tus problemas.
De hecho, y como has leído, es justamente todo lo contrario.
Porque no solo no te hace mejor, aunque tú pienses que te dignificas más.
Si no que, en cambio, te hace más huraño, porque aunque estés acompañado te sientes solo, y el estrés te pone de una mala leche que, generalmente sin querer, extrapolas a los que te rodean.
Y mira, yo puedo entender que si la situación económica que vives es complicada y no puedes contratar quien te ayude, te tengas que quedar hasta altas horas de la noche y trabajar los fines de semana al completo.
Pero si te pasa porque no eres capaz de pararte a dirigir a los que tengas contratados, pues tienes un problema grave.
Y sí, ya sé que quizá la situación es así porque tu gente no está del todo preparada todavía, o cosas por el estilo.
Pero es que, si no te paras a prepararlos, jamás lo estarán.
Puedes hacerme caso, o puedes seguir como estás.
Está claro que hacerme caso puede dar miedo y además no estarás seguro de que se solucionará tu problema.
Pero si lo que quieres es estar seguro, pues solo tienes que seguir como hasta ahora, porque al menos sabrás que el fin es que revientes.
En fin, te dejo que reflexiones.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
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