Que ser eficaz mejora la autoestima está claro.
Sólo tienes que pararte a pensar cómo te sientes cuando las cosas te salen como quieres.
Sin embargo, esa agradable sensación de que «eres lo más» parece no ser suficiente para que tu nivel de eficacia esté siempre por las nubes.
¿Y a qué lo podríamos achacar?
Pues curiosamente, a que para ser eficaz antes has de tener una alta autoestima.
O sea, que de alguna manera, se retroalimentan.
Para ser eficaz has de tener una alta autoestima, y para tener mayor autoestima has de ser eficaz.
Entonces, ¿qué puedes hacer?
Pues básicamente por 2 cosas:
La primera, desarrollar competencias.
Es decir, aprender a hacer cosas, o mejorar las que ya sabes hacer.
Y la segunda, eliminar del todo la resistencia al cambio.
O sea, dejar de hacer las cosas “como siempre se han hecho” sólo por minimizar los riesgos de fallo.
Ahora bien, ¿qué pasa si tu nivel de autoestima no es lo suficientemente alto como para que ser eficaz sea “más fácil”?
Pues básicamente hacer una mirada hacia tu interior para analizar todas esas cosas que se te dan especialmente bien, y reflexionar cómo has llegado hasta ahí.
Verás que hay un patrón común por el que antes de que supieras hacerlo con soltura pasaste por una etapa en la que no se te daba tan bien y tuviste que practicar y perseverar.
Y también observarás que seguramente en todos los casos aprendiste de alguien, ya sea mirando cómo lo hacía (de manera autodidacta), o siendo ayudado por esa persona.
Por lo tanto, elige qué competencias deberías adquirir o mejorar para aumentar tu eficacia y, por supuesto, déjate enseñar, porque ir por la vida con la autoestima bien alta te abre más puertas de las que te imaginas.
Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Si tu nivel de autoestima es tan bajo que alcanza un nivel preocupante, busca ayuda de profesionales especializados en la materia.