Hay una máxima en productividad que raramente se tiene en cuenta, pero que es muy importante que practiques.
Y es que tienes que ayudar a ser productivos a los que te rodean.
Y muy especialmente si su trabajo te afecta de cualquier manera, como por ejemplo el de tus empleados.
Lo puedes ver desde el punto de vista de ser un buen dirigente, si es que tienes empleados, de ser un buen samaritano, o bajo el prisma de egoísmo, tú mismo.
Pero si ayudas a estas personas a ser más productivas, como consecuencia tu productividad también se incrementará.
Mira.
Hoy me han enviado un audio de WhatsApp de 6 minutos sólo para confirmarme una cita.
6 minutos para decir: “mañana a las 12h”
¡6 minutazos!
A ver, ¿en serio es necesario enviar audios de varios minutos cuando con 2 o 3 palabras bastaría?
Yo no lo entiendo.
Es verdad que enviar un mensaje en texto lleva más trabajo que apretar el botón de grabar y ya está.
Pero caray, también hay que pensar en quien lo recibe, porque si esa persona le debe respeto a quien lo envía, se ve obligado a escucharlo entero, no vaya a ser que en el último segundo diga algo importante.
Y esto hace que lo que se podría solucionar en segundos escaneando rápidamente el texto escrito, acabe llevando varios minutos.
Y algunos dirán…»venga, que no es para tanto»
¿Que no es para tanto?
¡Sí que lo es!
Porque el problema no son sólo los minutos dedicados a escuchar el audio.
A esto hay que añadirle que te sacan de tu concentración, que tienes que escuchar una parrafada, y que después tardas unos cuantos minutos más en poder volver a concentrarte en lo que sea que estuvieras haciendo.
¡Sí que es para tanto!
Así que si tú eres de los que envía audios enrollándote como una persiana para decir poco, piensa antes a quién se lo vas a enviar.
Porque si es a tus empleados después no les metas caña por no ser productivos.
Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Yo no envío audios bajo ningún concepto, y siempre que puedo evito escucharlos, así que si alguna vez se te pasa por la cabeza enviarme un audio y no te respondo, que sepas que ni siquiera lo he escuchado.