Todos buscamos el éxito.
Empresarios y no empresarios.
Unos lo buscamos de manera consciente, y otros lo hacen sin pensar.
Pero todos queremos ser exitosos en la vida.
La cuestión es que si te pones a buscar información sobre qué hace falta para ser exitoso profesionalmente, te encuentras un montón de consejos.
Y si obviamos los evidentes de, por ejemplo, formarte, saber planificar y dominar la gestión de personas.
La mayoría de los otros están generalmente relacionados con comportamientos que, en el mejor de los casos, están indirectamente relacionados con el éxito profesional.
Me refiero a cosas como: levantarte a las 5 de la mañana, meditar, hacer deporte, comer sano, etc.
Y mira, no hay nada malo en meditar, madrugar o comer sano. Todo lo contrario.
De hecho, si crees que te puede ayudar, ya sabes que yo te animo a que lo hagas.
Entre otras cosas, porque se relacionan entre sí y eso es un plus.
Ya sabes… si sabes planificarte tienes más tiempo para hacer deporte. Y si haces deporte tu mente está más despierta y eso te ayuda a planificarte.
Sin embargo, una mejor manera de analizar los factores que impulsan el éxito es examinar tu capital profesional.
Y concretamente estos 3 activos:
En primer lugar, tus habilidades, porque si eres capaz de hacer tu trabajo de una manera algo mejor que la mayoría, ya tienes al menos un tercio del éxito en tus manos.
Otra cosa es que tus habilidades te sirvan para lo que estés realizando, porque de poco te vale ser experto en conducción a altas velocidades, si la forma que has elegido para alcanzar el éxito tiene que ver con las finanzas.
Así que desarrolla aquello que te hará falta, porque si tus habilidades son mediocres, así serán también tus resultados.
En segundo lugar, están tus conexiones, porque si estás bien relacionado, o como mínimo, relacionado con quien necesitas, ya tienes otro tercio ganado.
Y este es un tema al que deberías prestar especial atención, porque generalmente no se le da la importancia que tiene, y es mucha más de la que te imaginas.
Las relaciones hay que fomentarlas proactivamente y cuidarlas como si fueran las flores de un jardín que has de regar periódicamente.
Porque si no las tienes y buscas crearlas cuando te hacen falta seguramente te des contra un muro.
Y en tercer lugar, está tu reputación, porque las personas, para bien o para mal, nos dejamos llevar, quizá demasiado, por lo que pensemos de los demás.
Y si tu reputación profesional no es buena, tu camino será más difícil.
Una vez dicho esto, si a algún activo debieras prestarle más atención, este es a la habilidad.
Porque mira, si eres muy bueno en lo tuyo, las conexiones aparecerán casi que por arte de magia, ya que la gente quiere relacionarse con los que son buenos en lo suyo, pues tienen más posibilidades de tener éxito.
Y todos queremos tener en nuestras agendas un exitoso.
Y de forma similar ocurre con la reputación, porque aunque a menudo se tiene más en cuenta que el resto de cosas, al final esta no deja de ser un subproducto natural de hacer un trabajo excelente.
Y ya está.
Estos son los 3 activos a los que deberías prestar toda tu atención para tener éxito.
Pero, en cualquier caso, no olvides nunca que tanto las conexiones como la reputación siguen a la habilidad, y no al revés.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – No confundas las habilidades que necesitas.