Si realmente quieres hacer algo, debes programarlo.
Y dentro de ese “algo” tienes que meter tu vida al completo y no sólo la parte que tiene que ver con tus compromisos profesionales.
Es decir, que no sólo has de apuntar en tu agenda aquellas cosas que tienen hora confirmada, o grandes tareas referentes a determinados proyectos.
Porque tu vida profesional va mucho más allá de eso y, además, también tienes vida personal.
Y si no lo planificas se te olvida, o para cuando te acuerdas ya no te queda tiempo.
Cosas como por ejemplo:
- Reflexionar sobre asuntos relacionados con el trabajo
- Leer sobre temas profesionales que te ayuden a mantenerte al día
- Desarrollar aspectos más creativos sobre tu labor
- Formarte
- Relajarte y mantener el cuerpo en las debidas condiciones de salud y buen rendimiento
- Atender aspectos personales que tengan que ver con la familia y los amigos
- Disfrutar de cuando en cuando de la soledad
- Etc.
Muchos no se agendan estas cosas porque, o no le dan la importancia que tienen, o creen que lo personal debe manejarse aparte de lo profesional, o piensan que no les queda tiempo para hacerlo.
O todo junto.
Pero de lo que sí puedes estar seguro es de que todo, en mayor o menor medida, te hace falta, y tanto si quieres, como si no, has de hacerlo.
Así que, deja de revelarte contra los que saben y empieza a programar a diario, o casi, el tiempo que consideres oportuno para estas cosas, porque sino, no te será fácil hacerlo, o directamente no lo harás.
Que la productividad te acompañe!
Rafael Valero
PD – Recuerda que si lo tienes programado es mucho más fácil que lo hagas.