La idea general de que cuando un empleado, o incluso nosotros mismos, paramos a mitad de la jornada para tomar un café o un tentempié, es que se está faltando a la productividad.
Este parón se considera un lapso en el que se dejan de atender las obligaciones laborales y, por tanto, que es una pérdida de tiempo.
Sin embargo, lo cierto es que no sólo no es una pérdida de tiempo, sino que puede ayudar a ser más productivos.
Verás.
En los países nórdicos, que está claro que están muy adelantados en estas cosas, han comprobado que las paradas para el café no van en detrimento de su efectividad.
De hecho, está demostrado que logran uno de los mayores índices de productividad del mundo.
Y esto es porque su visión con respecto a estos “descansos” no es la del escaqueo que la mayoría asumimos.
Ellos lo ven más como un momento para socializar y disfrutar de tiempo de calidad entre compañeros de trabajo, donde el organigrama queda relegado a un segundo plano, o simplemente está fuera de lugar.
Y es tanto así, que no solo los promueven, sino que encima corren con los gastos de lo que se consume.
Pero tampoco hay que engañarse y pensar que es un descanso pagado para relajar tensiones.
Ellos, los nórdicos, plantean que estos parones fortalecen los lazos y el ánimo de cooperación, incluídos también los directivos.
Y los usan para temas relacionados con su trabajo, pero desde una postura más distendida.
Y ahí es donde está la mayor diferencia con los que lo vemos como una pérdida de tiempo, porque en la mayoría del resto del mundo se suele parar para olvidarse del trabajo y hablar del fútbol o de la torrada del fin de semana.
De hecho, se intenta evitar coincidir con un jefe cuando se hacen las paradas del café, y si se coincide con él éstas son más cortas o se mantienen las distancias.
Lo que sacamos de todo esto, es que quizá deberíamos adoptar más el punto de vista de los del frío norte y fomentar las paradas en lugar de fiscalizarlas.
Ellos, otra vez los nórdicos, dicen que lo ideal son 2 paradas por la mañana y otra a media tarde. O sea, más o menos igual que lo que se hace en el resto del mundo.
Pero la idea es dejar claro de alguna manera que ese descanso no es para dejar de trabajar, sino para trabajar en lo mismo de distinta manera.
Así que busca la manera de exponer a tus equipos que parar pueden parar, pero que no es dejar de trabajar.
Y mide resultados.
Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Intenta siempre que todo lo que se haga tenga un punto de vista de productividad.