Hay 2 tipos de personas que envían a sus hijos a un colegio público.
Los que no pueden pagar uno privado.
Los que están convencidos que la calidad es la misma en uno público que en uno privado.
Yo soy de familia de los primeros.
O sea, de familia pobre.
Y me tuve que conformar con uno público.
De todas formas, si por aquel entonces me hubieras preguntado si eso me decepcionaba, seguramente te habría dicho que no.
Quizá porque no sabía/podía valorar si era mejor o no.
Aunque también podría ser porque yo de pequeño no era muy listo.
Ahora tampoco, pero lo disimulo mejor.
La cuestión es que el hecho de haber estudiado en un colegio de pago no te hace más educado, y eso repercute en el bolsillo de los que te rodean.
Me explico.
Hoy me he encontrado con un colega de la niñez.
Uno de esos tipos que son guays aunque hayan estudiado en un colegio de pago.
Y la verdad es que siempre que lo veo me alegro, lo que pasa es que también siempre me cuesta dinero encontrármelo.
Y no porque tenga que invitarlo a desayunar, que eso me saldría más barato, sino porque es simpático.
Simpático y dicharachero.
Y habla por los codos.
Habla mucho.
Y como yo soy educado, aunque haya estudiado en un colegio público, en lugar de darle largas diciéndole que estaba muy ocupado, pues me he parado con él.
Pero mientras me contaba no sé qué historieta yo no paraba de pensar que cómo no se daba cuenta de que ese rato a mí me estaba costando dinero.
Dinero, y tener que correr más para acabar mis compromisos de hoy si no quería terminar de trabajar más tarde.
Sé que el chaval no lo hace con mala intención. Simplemente no se da cuenta.
Igual que no se dan cuenta la inmensa mayoría de las personas que entretienen a otros sin pensar en el coste del tiempo.
Pero si hicieras el cálculo de la cantidad de minutos que dedicas a ser educado con los demás, igual te llevabas un susto.
Esto no tiene arreglo a no ser que quieras convertirte en un ser huraño y estúpido que no se relaciona.
Pero sí puedes preveerlo en tu agenda.
Simplemente deja lugar a los imprevistos, porque haberlos los habrán.
Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – A veces pensamos que no avanzamos porque no sabemos, pero no nos acordamos de que los que nos rodean también influyen en nuestra productividad.
