Maldita multitarea.
Yo no entiendo cómo sabiendo que no funciona, aún caigo de tanto en tanto en ella.
Debe ser por esa absurda creencia de que mi mente es más poderosa de lo que en realidad es.
Verás.
Ayer tenía que pasar un documento de un cliente a bonito.
No tenía que revisar los textos ni nada complicado.
Solo tenía que hacerlo visualmente agradable.
Así que pensé que a la vez que le ponía colores y fotos chulas, podría escuchar un pódcast que hace tiempo que tengo en la lista.
Pero no.
Si prestaba atención a lo que decían, no era capaz de adecentar el documento.
Y si prestaba atención al documento, no me enteraban de lo que decían.
Al final, después de tener que echar el pódcast 2 veces para atrás, porque no había entendido bien el mensaje, tuve que pararlo.
Así que el resultado de mi experiencia es el de una rotunda pérdida de tiempo.
Otra vez.
Porque no solo me retrasó en el documento, sino que, además, voy a tener que escuchar el pódcast de nuevo desde el principio.
Tú puedes creer lo que muchos dicen que la multitarea es una habilidad valiosa.
Que responder emails mientras atiendas llamadas y además rellenas un formulario te ayuda a avanzar más rápido.
Pero no funciona.
Y no solo no funciona cuando intentas hacer 2 tareas dispares, sino que tampoco lo hace cuando estas son similares.
Porque, ¿has probado a ir al parque con 2 niños e intentar controlarlos a ambos?
Difícil, ¿no?
Pues eso.
Y es que, nuestro cerebro no está cableado para manejar múltiples tareas complejas simultáneamente.
Cuando saltas de una tarea a otra, en realidad, estás alternando entre ellas, y ese cambio constante tiene un costo.
Porque cada vez que haces un cambio, tu cerebro necesita tiempo para adaptarse a la nueva tarea.
Lo cual se traduce en pérdida de tiempo y energía.
Y aunque te parezca que estás haciendo mucho, en realidad, estás haciendo menos.
Pues no puedes concentrarte adecuadamente en ninguna de las tareas y es fácil que te equivoques.
Y además de que prolonga el tiempo que necesitas para completar cada tarea, te aumenta los niveles de estrés, porque cambiar constantemente de una tarea a otra hace que te sientas abrumado y agotado.
Así que no experimentes como yo, y deja de querer ser un héroe multitarea y mejor conviértete en un maestro de la atención plena.
Porque por muy tentadora que sea, no cabe duda de que es una trampa.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Es irónico que algo que nos dicen que nos hará más productivos provoque justamente todo lo contrario.