Ayer, uno de los empresarios a los que mentorizo me dijo lo siguiente: “Si todo lo que tengo en mi cabeza pudiera utilizarlo, sería imparable”.
¿Tú también lo ves igual?
Yo sí.
Sin embargo, tenemos tal flujo de ideas, proyectos y tareas en nuestras mentes, que somos incapaces de abordarlas todas.
Hemos llegado a tal punto, que la sobrecarga de información ya se ha convertido en algo normal en nuestras vidas.
Aceptamos que nuestra mente esté constantemente ocupada.
Y que las interrupciones sean parte común de nuestro día a día.
Y aunque anhelamos un “sistema perfecto” que nos ayude a capturar y ejecutar todo lo que invade nuestras cabezas, para ser productivos y tener el control.
El perfeccionismo y la procrastinación nos lo ponen cada vez más difícil.
La buena noticia es que existe una alternativa.
Se llama “productividad personal”.
Y su enfoque es simple, pero efectivo: Escribe, identifica, elige, completa, y repite.
O sea, pon por escrito cualquier cosa que se te venga a la mente.
Da igual que sea algo que tienes por hacer, una idea sobre cualquier cosa, o un sueño que te gustaría cumplir alguna vez.
Y hazlo en el momento en que se te aparece, porque si esperas se te olvidará.
Después, de tanto en tanto, revisa todo lo que has escrito y filtra las tareas y los proyectos para llevarlos a tu sistema de organización.
Lo siguiente es elegir de entre todo lo que tienes pendiente por hacer, cuáles se podrían realizar en los próximos días, y hoy.
Completa una cosa antes de pasar a otra.
Y repite el proceso.
Está claro que este método no es una ciencia exacta, pero ha funcionado durante cientos o miles de años, y sigue siendo relevante.
A mí me funciona.
Y a ti debería funcionarte.
Porque como empresario que eres, y que tienes múltiples responsabilidades, debes poder tener la mente clara y manejar tu día sin esfuerzo.
Y tirar de la memoria solo te lo complica.
Es mucho mejor disponer de un sistema externo (conformado como mínimo por un gestor de tareas y un gestor de notas) para que tu carga de trabajo no esté en tu mente, sino en tu sistema.
Porque esa es la manera de tener mayor control y reducir el estrés.
Y yo no sé si tú ya dispones de un sistema externo.
Pero si no lo tienes, deberías implementarlo desde ya.
Y si lo tienes, pero no te da el control, cámbialo cuanto antes.
Porque una vez que te funcione, te sorprenderá cuánta capacidad mental eres capaz de recuperar.
Y descubrirás las maravillas que puedes imaginar, crear y lograr cuando tu mente no esté abrumada por la información en exceso y el miedo a perderte algo.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – ¿Te imaginas una vida en la que tu mente no esté abrumada por el exceso de información, y en la que no te dé miedo perderte algo?
PD2 – Si no sabes cómo montar tu sistema externo, o dudas entre varias aplicaciones, ya sabes que podemos verlo juntos.