Los que saben de finanzas dicen que lo inteligente es dejar “envejecer” el dinero antes de gastarlo para que le dé tiempo a generar interés.
Y esto, muchas veces, también es inteligente cuando hablamos de la gestión de tareas.
Porque al igual que deseamos que nuestro dinero gane interés con el tiempo antes de usarlo, puede resultar beneficioso esperar un tiempo prudencial entre el momento en que se agrega una tarea a la lista de pendientes y su ejecución.
A primera vista quizá te parezca contradictorio, ya que lo lógico es abordarlas lo antes posible.
Sin embargo, hay razones sólidas para adoptar esta estrategia.
Para no ir más lejos, que las tareas por sí mismas no tienen valor, sino que lo que importa son los resultados que producen.
Y por eso, en ocasiones, es mejor centrarse en la eficacia y el valor que nos aportan que en su rápida ejecución.
Porque en la vida, y sobre todo en el mundo empresarial, la mayoría de las veces hay múltiples caminos para alcanzar un mismo objetivo.
Y abordar las tareas de inmediato puede que te lleve a elegir el peor.
Por eso, dar un paso atrás y esperar puede hacerte ganar la perspectiva que necesitas para tomar decisiones estratégicas.
Algo con lo que sin duda optimizarías el tiempo y los recursos y podría traducirse en realizar menos trabajo pero con resultados más significativos.
O dicho de otra manera, trabajar la mitad y obtener el doble de resultados.
Ahora bien, esto requiere de que hagas un cambio de mentalidad y que veas las tareas como opciones y no como obligaciones.
O sea, reconocerlas como medios para un fin, y no como objetivos en sí mismos.
Pero merece la pena.
Porque así no solo aumentarías tu productividad, sino que también podrías lograr resultados más significativos en menos tiempo.
Y al final de lo que se trata es de trabajar de manera más inteligente, y no necesariamente más rápido.
Algo que sin duda puede marcar la diferencia a la hora de lograr el éxito de tu negocio.
Que es lo que buscas, ¿no?
En fin, que si para ganar claridad y eficiencia tienes que dejar “envejecer” tus tareas, igual que harías con el dinero, pienso yo que merece la pena intentar el cambio de planteamiento.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Al posponer una tarea temporalmente, puedes descubrir que existen alternativas más eficientes o que se vuelven innecesarias en función de tus prioridades cambiantes.