De todos los estilos de liderazgo que existen (que hay unos cuantos), el que probablemente sea el más sencillo de implementar es el autocrático.
Pero de la misma manera en que es sencillo de implementar, hay que aplicarle la máxima esa de que si algo es muy fácil es que no puede ser demasiado bueno.
Porque sí, podrías llamarte a ti mismo líder.
¿Pero serías un líder al que tus empleados quisieran seguir?
Un líder autocrático es el típico jefe de toda la vida.
Ese para el que los empleados no son más que un número y los tiene básicamente para que hagan lo que él no sabe o no quiere hacer.
Y su forma de dirigir se basa en tomar decisiones sin esperar a que éstos le reporten nada.
Ni tampoco les pregunta.
Cree que no lo necesita.
¿Para qué perder el tiempo, si seguramente no se enteran de nada?
Simplemente, espera que lo asuman cuándo y como él quiere.
Un ejemplo muy típico de este estilo de liderazgo es cuando el dirigente cambia de repente los turnos de trabajo.
Sin consultar a nadie, y sin tener en cuenta cuánto pueda afectar a los empleados.
Hace unas cuantas décadas esto era lo común.
De hecho, si no lo hacías así, eras el rarito de la comunidad de empresarios.
Pero hoy en día, en que el valor de los empleados es tan alto, ya no puedes permitirte el lujo de tiranizar tu empresa.
¿Significa esto que no puedes imponer tu criterio y que se haga en tu empresa lo que tú quieres?
No, claro que no.
Pero marcar la estrategia y definir el camino que hay que seguir, dista mucho de hacer lo que se te plante y cuando se te plante.
Porque ya cuesta un mundo encontrar un empleado medianamente decente para que te ayude a convertir tu empresa en el negocio que quieres, como para arriesgarte a perderlo por no ser capaz de liderarlo correctamente.
Que es lo que seguramente te pasará si mantienes el estilo de liderazgo autocrático.
Lo que yo te recomiendo, sin ninguna duda, es que adquieras un estilo más abierto a las aptitudes y el intelecto de tus equipos.
Pero sobre todo, a su perspectiva.
Porque así querrán quedarse contigo y acompañarte hasta el fin del mundo.
Y de paso tú aprenderás mucho más y te podrás aprovechar de todas esas cualidades que tienen ocultas y que has de ayudarles a sacar.
Una manera muy clara de ver si tu estilo de liderazgo tiende más hacia el autocrático, es cuando tienes una rotación de empleados muy alta.
Especialmente si son los que cubren puestos clave.
Porque aunque puede que pienses que el problema es que no les pagas lo suficiente.
Y aun teniendo en cuenta que el dinero es un factor muy importante para que un empleado quiera quedarse en tu empresa, créeme que esto pasa a un segundo nivel si cuando los lideras lo haces con sabiduría.
Así que piensa sobre cuál es el estilo de liderazgo que estás aplicando.
Y si se parece en algo al autocrático, empieza a cambiarlo ya desde hoy.
Y si no sabes cómo hacerlo, o necesitas una visión externa que te ayude a comprender tu situación, siempre puedes contratar una consultoría conmigo y nos ponemos con ello.
Disfruta del día!
Rafa Valero
P.D. – ¿Has enviado ya a tu asesoría todo para el cierre del trimestre?