Verás.
En la década de los 50 se hizo una investigación sobre los gerentes de empresas de distintos tamaños, y uno de los resultados que más llamó la atención fue que a los empleados les haría más felices que sus dirigentes les conocieran más como personas y no sólo como trabajadores.
Y yo me pregunto…¿por qué algo que deberíamos saber desde hace décadas no se ha preocupado nadie de comunicárnoslo a los empresarios?
¿O acaso tú eres capaz de nombrar a las parejas, los hijos, las mascotas, etc, de cada uno de tus empleados?
Seguramente no.
Pero la investigación no quedó sólo ahí, porque también resultó que a los empleados también les gustaría conocer a sus dirigentes de una manera más personal.
O sea, que tu gente quiere saber qué te gusta o te disgusta, a qué dedicas el tiempo libre, y todas esas cosas que nos guardamos para los amigos.
Mira.
Yo antes era partidario de mantener las distancias con los empleados, porque cuando les das un poco de confianza se te suben a las barbas.
Pero hace tiempo que cambié de opinión, porque conocerlos y que te conozcan no implica que ya seáis amigos.
Sólo significa que os conocéis mejor y sabéis de qué pie cojeais cada uno.
¿Y qué tiene esto que ver con tu productividad?
Pues mucho más de lo que te imaginas.
Porque nuestra inclinación natural como gestores es la de centrarnos demasiado en el resultado final y en alcanzar metas, y por eso nos esforzamos por mejorar cada día nuestra capacidad de planificar y organizarnos.
Pero nos olvidamos de algo muy importante, que es de lo que podemos sacar de los que nos rodean.
¿O acaso no crees que serías mucho más productivo si pudieras aprovechar las fortalezas de los que trabajan contigo?
Claro que sí.
Pero para eso hay que conocerlos mucho más allá de sus capacidades técnicas en referencia al trabajo que realizan.
Porque nunca sabes dónde estará la perla que tanto tiempo llevabas buscando, o que no buscabas, pero que cuando aparece es como un flotador en el océano.
Así pues, mi consejo de hoy para ti es que aceptes que tu trabajo es obtener resultados a través de otras personas y, por lo tanto, deberías tomarte unos minutos de vez en cuando para conversar con tus empleados y compañeros sobre sus vidas, y también, para darte a conocer y que comprendan tu visión.
Porque como te he dicho, te será más fácil alcanzarla si quienes te acompañan la comparten.
Que la productividad te acompañe!
Rafael Valero
PD – Si no tienes una visión que compartir, o no sabes cómo acercarte a tu gente sin que parezca forzado, aquí tienes una solución.