Uno de los mayores ladrones de tiempo que tenemos los que dirigimos un negocio, son las reuniones.
Especialmente las que no te llevan a nada.
Sin embargo, muchas veces es imposible evitarlas sin parecer un estúpido.
Aunque sí que puedes controlar la duración de las mismas con elegancia.
Mira.
A grandes rasgos, existen 2 tipos de reuniones 1 a 1:
Por un lado están esas que te llegan de manera inesperada.
O sea, los típicos de…”¿tienes un minuto?”
Ya sabes, esos que se presentan en tus instalaciones, y que si tienes la “mala suerte” de que te hayan visto, has de atenderlos aunque sólo sea para decirles que no les puedes recibir en ese momento.
Y por otro lado están los que solicitan agendar una reunión a futuro.
Pues bien, de las primeras, que suelen haber muchas, ya hablaremos en otro momento, porque también hay formas “elegantes” de minimizarlas.
Pero hoy me voy a centrar en las otras, en las que te solicitan agendar una reunión a futuro.
Porque aunque inicialmente les des largas, al final es bastante seguro que vas a tener que hacerlas.
Y ya que has de reunirte, que al menos tengas tú el control.
Y la mejor manera de tener el control de esas reuniones y reducir el tiempo que duran, es que no las realices en tu despacho.
O sea, que las hagas en las instalaciones de la otra parte.
Y si por cualquier motivo no puede ser en sus instalaciones, porque están muy lejos, o porque no las tiene, pues hazlas en una cafetería o en un parque. Da igual.
La cuestión es que no sea nunca en tu oficina.
¿Y por qué?
Pues porque si vienen a tu oficina, quienes tienen el control de cuándo se marchan son ellos.
Y eso de intentar “echarlos” con excusas del tipo…”estoy muy ocupado”, además de que no siempre funcionan, te hace quedar muy antipático.
Así que la solución es que seas tú quien visite a la otra parte.
Porque aunque tiene el coste en tiempo y dinero de trasladarte hasta allí, y después volver, al menos tienes el control de la duración.
Y de esa forma, cuando ya no te interesa estar, siempre puedes levantarte y decir “me voy porque seguro que estás muy ocupado”, que además te hace quedar muy bien porque demuestras tu preocupación por el tiempo de la otra persona.
Por lo tanto, ya lo sabes, cuando alguien quiera reunirse contigo…que sea en su oficina.
Que la productividad te acompañe!
Rafael Valero
PD – Espero que gane las elecciones quien más te interese.