¿A ti no te pasa eso de estar pensando todo el rato que tienes que hacer algo, y no acordarte de qué es?
¿Y estar hablando con alguien y saber que tienes que decirle algo, pero que no se te venga a la cabeza?
Lo tienes en la punta de la lengua, pero no sale…
Bien.
Si no te pasa, no te sientas especial porque ya te pasará.
Y si te pasa, no te preocupes, porque no es culpa tuya.
Bueno sí, pero sólo de tu mente.
Verás, todos creemos que nuestra mente está ahí para recordarnos cosas, pero no es así.
Nuestra mente está para pensar, reflexionar, imaginar…pero no para recordar.
Y supongo que su manera de decirnos que la estamos usando para algo que no es su función, es recordándonos las cosas, pero cuando le da la gana, y no cuando las necesitamos.
Pero bueno, tampoco nos rasguemos las vestiduras, porque tiene solución, y se llama “mente externa».
Que aunque por su nombre parezca que va a ser muy caro o muy complicado de integrar, la realidad es que es todo lo contrario.
Porque una mente externa no es más que un lugar físico en el que puedes anotar cualquier cosa que tengas que recordar.
O sea, lo que podría ser: un bloc de notas, el móvil, o algún artilugio parecido.
Yo te recomiendo que uses el móvil, ya que seguramente es lo único que te acompaña a todas partes, y ese es el mayor poder de la mente externa…que la tengas disponible en cualquier momento y circunstancia.
Pues tu mente no discrimina, y las ideas, las tareas y el resto de cosas que quieres recordar, se te vienen a la cabeza en cualquier lugar y a cualquier hora.
Le da igual que estés trabajando, que estés de copas con los amigos, o que estés retozando en la cama con tu pareja.
Y si cuando te viene la inspiración no estás preparado, la perderás.
Aquí lo importante es que sea lo que sea lo que utilices, que sea siempre lo mismo.
Por lo que no te valen los post-its, las servilletas del restaurante, o los trozos de folio que vayas arrancando por ahí.
El verdadero potencial de esto es que tú estés tranquilo de que vas a poder encontrarlo fácilmente.
Y eso sólo pasará si usas siempre el mismo buzón.
Así que decide en qué parte de tu teléfono (mente externa) vas a anotar todo lo que se te venga a la cabeza, y empieza a hacerlo desde este mismo instante.
Y no pienses que ya lo harás después, porque no te acordarás.
Hazlo ahora.
Anótate en el móvil que tienes que decidir en qué parte de tu teléfono vas a anotar estas cosas.
Que la productividad te acompañe!
Rafael Valero
PD – A mí se me olvidan los tomates. La leche nunca.
PD2 – Si quieres mejorar tu productividad, es aquí.