Las buenas ideas son como los tréboles de 4 hojas, que hay menos que pocas.
Y a eso hay que añadirle que además puede que estés dejándolas escapar porque no las apuntas, o porque tienes tantos lugares donde anotarlas que después no las encuentras.
Y yo no sé a ti, pero a mi me da mucha rabia perder lo que podría haber sido una revolución en mi negocio o en mi vida, sólo por no haber tenido la disciplina de anotarla.
O por no haber sido lo suficientemente organizado para localizarla con facilidad.
La cuestión es que tenemos tantas ideas constantemente, que no te da tiempo a discernir si son buenas o malas en el momento en que se te ocurren.
Y como estás liado con tu vida, pues a no ser que de primeras te parezca la bomba, se te disipa a la misma velocidad con que te ha llegado.
Pero es que no tienes que tomar la decisión de si merece la pena o no guardarla en el momento en que se te viene a la cabeza.
Lo que tienes que hacer es guardarlas todas y decidir después.
Entre otras cosas, porque no hay ideas buenas o malas.
Están las que te sirven y las que no.
Y de las que no, están las que no te sirven ahora, pero puede que algún día sí, y las que no te van a servir nunca.
Así que te voy a explicar el sistema que sigo yo desde hace muchos años, y que me ayuda como no te imaginas a mejorar mi productividad, por si a ti también pudiera servirte.
Para empezar, y como te he dicho, no decido en el momento en el que me aparecen si merece la pena o no guardarla.
Las guardo y punto.
Todas.
Hasta la tontería más grande.
Para ello ahora utilizo la aplicación Notion, aunque he usado muchas.
Pero tú puedes utilizar esa misma, o decantarte por Evernote, OneNote, Google Keep, la aplicación de notas que te viene con el teléfono, o cualquiera que encuentres y que te resulte cómoda.
La cuestión es que todas estén en el mismo sitio.
Después, una vez a la semana y con tranquilidad, reviso todo lo que he recopilado y es entonces cuando decido si puedo utilizarlo desde ya y convertirlo en proyecto, si tengo que guardarlo para más adelante, o si es una soberana tontería que no merece el espacio que ocupa en mi sistema.
Porque la idea no es recopilar por recopilar.
La idea es analizar cada una para ver si es un brote con posibilidades, o si es un hierbajo.
Y si en ese momento en que las proceso no consigo decidir qué hacer con ello, pero pienso que puede ser bueno, simplemente me apunto como tarea revisarla más adelante, y la dejo madurar.
Y ya está, es así de simple.
Espero que este método te sirva para mejorar todo tu sistema.
Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Hasta la tontería más grande puede ser la solución a tus problemas.