A veces, por mucho que nos empeñemos en lograr el máximo resultado, las circunstancias nos llevan a tomar decisiones que nos convierten en lo más improductivo del mundo.
¿Y eso es malo?
Bueno, pues unos te dirán un sí rotundo y otros te dirán que no es para tanto.
Aunque también dependerá de cuál acabe siendo la consecuencia de la decisión.
Te pongo un caso.
Tengo un conocido que viaja en moto.
Es de esos tipos suertudos -o locos, según se mire- que se pasan la vida encima de una moto conociendo el mundo.
Pues bien, hace unos días se le cayó uno de los móviles que lleva, y cuando se dió cuenta y volvió hacia atrás ya no lo encontró.
La cosa es que por gracia, o por desgracia, el móvil perdido es un iPhone, y los de esta marca tienen ese sistema de localización que te dice en tiempo real dónde está.
Así que la activó a ver si aparecía y comprobó que se estaba moviendo.
O sea, que alguien lo había encontrado y lo llevaba en un vehículo.
Mi conocido hizo en ese momento lo mismo que hubiéramos hecho todos, es decir, salir detrás de ese puntito parpadeante en la pantalla, sin pensar en nada más que intentar recuperarlo.
Porque lo primero que a uno se le viene a la cabeza en una situación similar es el coste del aparato.
Es instintivo.
Sin embargo, el instinto nos puede jugar una mala pasada y por intentar evitar una pérdida nos puede suponer otra mayor.
Verás.
En este caso, este viajero motero dedicó unas 7 horas de su tiempo y alrededor de 400 kilómetros en la persecución entre ida y vuelta.
O sea, que perdió 1 día de viaje y la gasolina.
Y encima no recuperó el móvil.
Improductivo de todas, todas.
Esta situación real es quizá un poco exagerada si la comparamos con tu día a día, pero si lo piensas seguro que eres capaz de recordar más de una ocasión en la que por tomar una decisión de manera impulsiva, sin pararte a pensar en la consecuencia, te ha supuesto un coste mayor que el beneficio que esperabas sacar o la pérdida que esperabas evitar.
Al final, la productividad es una cuestión de actitud.
Es verdad que necesita de técnica y hábitos.
Pero sobre todo es actitud.
Y es básico que analices cada paso que vayas a dar para mantener el nivel de productividad más óptimo posible.
Porque aunque no siempre tiene tanta importancia que puedas “perder”, a la larga es una de las razones por las que no te queda tiempo para nada.
Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Si has de ser improductivo que al menos sea porque tú lo decides así.