¿No estás harto de ver cómo se ralentiza tu trabajo por culpa de los demás?
Sí, por depender del cómo se organizan, del cómo priorizan, y del cómo manejan las fechas todas esas personas con las que interactúas, ya sean tus empleados u otros externos.
Supongo que sí, porque es un mal que vivimos todos los que dirigimos una empresa.
Ahora bien, deberías saber que en muchas ocasiones somos nosotros mismos los que lo causamos.
Así que para evitar que te pase, o que al menos lo puedas minimizar, te cuento 5 cosas que puedes hacer, y que te ayudarán mucho con este tema.
1- Deja claro lo importante
Si tenemos claro que el mundo está lleno de multitarea y distracciones, y que la atención de las personas es un recurso cada vez más escaso, tu trabajo es captar su atención lo más rápidamente que puedas.
Y una vez que la tengas, déjate de introducciones largas y ve directo al grano en cuanto a lo que necesitas, el cambio que se requiere, o lo que sea que quieras que hagan.
2- Usa las tres coordenadas de oro
Sé específico y muy preciso con respecto al QUÉ (lo que quieres que hagan), el QUIÉN (responsable que debe hacerlo), y el CUANDO (fecha límite en que debe estar finalizado).
Estas tres coordenadas son importantes, pero la que se lleva la palma es la del cuándo, así que más te vale pecar de exceso en el detalle de la fecha si no quieres arrepentirte después.
3- Cierra temas pendientes cuanto antes
Aclarar cuando no es urgente es más rentable que tener que correr después.
Así que finiquita en cuanto puedas cualquier conversación por cerrar, cualquier decisión pendiente, cualquier acción no aclarada, o lo que sea, porque este tipo de cosas son el caldo de cultivo perfecto para generar problemas.
4- No esperes para pedir
No subestimes el trabajo de los demás, porque si tú tienes mil cosas por hacer, ellos seguro que tienen mil una.
Así que elimina de tu vocabulario la frase “hay tiempo de sobra”, y pide las cosas con suficiente margen de tiempo.
5- Haz seguimiento a lo que pides
Tú no eres el padre de nadie para tener que estar encima de los demás a ver si hacen el trabajo o no, pero por la cuenta que te trae, te aconsejo que, al menos para los temas más críticos, te inventes un plan de seguimiento.
Al final todo depende de si prefieres dejar tu crecimiento y el de tu empresa al ritmo que marquen los demás, o de si prefieres ser tú quien lo marque.
Y en esto te puedo ayudar porque es una de las cosas que trabajo con mis clientes de mentoría.
Así que si te interesa que trabajemos juntos y establezcamos claridad y productividad en tu negocio, es aquí.
¡Que pases un buen día!
Rafael Valero
PD – En el enlace de arriba te he dejado la solución a muchos de tus problemas.