Mira, está claro que para rendir a tope y ser productivo necesitas descansar bien por las noches.
Porque si no, al día siguiente vas como un zombie y te cuesta concentrarte, especialmente en temas importantes.
Y si eres humano, seguro que más de una noche te habrás encontrado con dificultad para conciliar el sueño.
Porque tu cabeza no para de dar vueltas a mil cosas que no te dejan dormir.
Pero si además de humano eres empresario, el número de noches en vela seguro que es mucho mayor.
Porque a los pensamientos típicos personales, familiares, o de lo que sea que tenga que ver con tu vida, se le añaden los que se generan de tu negocio o emprendimiento.
Y no necesariamente pasa sólo cuando tienes problemas, aunque evidentemente cuando los tienes esto se incrementa.
También puede pasar cuando estás emocionado con algo, o cuando te genera estrés cualquier proyecto que se haya cruzado, alguna conversación que debas mantener, o simplemente el lío monumental de trabajo que tienes y que crees -o sabes- que no vas a poder con todo.
Para que te hagas una idea de lo duro que se me hacía a mí, he llegado incluso a pasar etapas en las que no quería acostarme sólo para no sufrir el mal rato de estar dando vueltas sin parar.
Y es que, me resultaba frustrante.
Porque daba igual lo cansado que estuviera, en cuanto mi cabeza tocaba la almohada empezaba a generar mil pensamientos que no había manera de acallar.
Es verdad que algunas veces he sacado alguna buena idea, o la solución a algún problema.
Pero por regla general son los mismos temas o problemas los que me estaban dando vueltas sin parar.
He probado a tomar tilas, a tener la televisión encendida, a tenerla apagada, a escuchar podcasts, música o ruido blanco de ese que parece tan raro.
He intentado muchas cosas que no me han funcionado.
Hasta que un día escuché en algún sitio algo que a priori me resultó de lo más absurdo porque me recordaba a lo de contar ovejas (que por cierto también probé y no me funcionó), pero que ha sido mano de santo.
El “truco” consiste en contar números.
Y sí, ya sé que parece una tontería, pero sigue leyendo.
La idea es la siguiente.
Lo que tienes que hacer es marcarte como objetivo contar hasta 100.
Peeeeero, no puedes saltarte ningún número. Si lo haces debes volver a empezar desde 1.
Además, no basta con contar, sino que también debes visualizar cada uno de los números.
Sinceramente, esto de visualizar los números es lo que más me cuesta, y por lo que creo que me funciona, ya que al tener que esforzarme por visualizarlos no presto atención al resto de pensamientos que intentan robarme el sueño.
Por si te sirve, lo que yo hago es imaginar los números como si estuvieran en un reloj digital, o con el típico panel de turnos (esos con los pequeños leds rojos).
Otras veces los dibujo en la arena o los construyo con arcilla.
Imaginación al poder con esto.
Al final da igual cómo los veas, la cuestión es que veas el número.
Y hasta que no lo veas, no puedes contarlo.
Como no sé si me estoy explicando bien, voy a repetirlo.
A ver…visualizas un 1 en tu mente, y entonces lo cuentas. Visualizas un 2, y lo cuentas. Y así número a número.
Si no consigues ver el número no lo cuentas hasta que lo ves.
Y no hay problema con la velocidad a la que lo hagas.
Yo en ocasiones voy a toda castaña, y otras tardo varios segundos en pasar de número.
Lo importante es que sigas el orden y te comprometas a no pasar de número si no lo visualizas.
Al final intentar llegar al 100 se convierte en una especie de reto o juego, y por eso, si te entra algún pensamiento fugaz que sabes que si le prestas atención te va a desconcentrar, te lo quitas de encima rápidamente.
Porque si no lo haces, cuando intentas seguir contando seguramente se te habrá olvidado el número por el que ibas y tendrás que volver a empezar.
Y da rabia.
Pero eso sí, ten en cuenta que si no eres honesto contigo mismo y haces trampas sólo para llegar al 100, no funcionará.
Y esto es todo.
Es así de simple y absurdo.
Pero con todo lo simple y absurdo que parece, funciona a las mil maravillas.
De hecho, yo no he logrado pasar nunca del 50.
Y no porque no haya contado más de 100 números, sino porque no he logrado hacerlo en orden.
De todas formas, si alguna vez alcanzara el 100, mi reto sería ver hasta dónde llego.
En fin, espero que este truco te ayude a descansar mejor y ser más productivo.
Y si lo pruebas, ya me contarás qué tal te ha ido.
Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Si tu tienes un truco mejor (que no sea tomar pastillas o drogarte), no dudes en escribirme y contármelo.