La falta de dinero es una de las razones más habituales para no poder crecer.
Y no me estoy refiriendo a cantidades desorbitadas.
Ni cuando tu empresa ya está en niveles muy avanzados.
Me refiero, sobre todo, a esas situaciones más en los inicios del negocio.
O cuando la actividad que comercializas la has podido manejar solo durante mucho tiempo.
Hablo de cuando te planteas contratar un administrativo, pero no tienes tareas suficientes para darle.
Que en estos casos, la primera idea que se nos viene a la cabeza es la de buscar alguien a media jornada.
Pero es que a día de hoy -aunque en realidad ha pasado siempre- la gente no quiere trabajar a media jornada.
Quieren un empleo a jornada completa, que sea estable, que les permita ganar un buen sueldo, y encima, si es de jornada continua, mejor que mejor.
Bueno, más que querer la jornada continua, ya casi que lo exigen.
Sin embargo, tú no tienes el dinero suficiente para pagar una jornada completa.
Y aunque lo tuvieras, quizá tampoco tienes tareas suficientes para que ocupe las 8 horas.
Ante esto, lo primero que has de pensar es:
Mientras no des el paso adelante y contrates quién haga esas tareas, tampoco podrás conseguirlo.
O al menos, no todo lo rápido que te gustaría.
Básicamente, porque mientras estás haciendo tareas que no te aportan beneficio, como hacer facturas, llamar a clientes, atender el email, archivar, y todo eso que ya sabes que hay que hacer, no puedes hacer las otras que sí te hacen ganar dinero.
O sea, vender, planificar, relacionarte…
Al final es una pescadilla que se muerde la cola.
No contratas ayuda porque no puedes pagarle. Pero si no la contratas, seguramente nunca llegues a generar el negocio suficiente para pagarle.
La solución: arriesgarte.
Piensa que las horas que no dediques a hacer, por ejemplo, tareas administrativas, las vas a usar para generar negocio.
Si hasta ahora tenías que trabajar para pagar los gastos y pagarte a ti.
Ahora, también tendrás que trabajar para pagar a un administrativo.
Pero tendrás las horas para hacerlo.
Sin embargo, sí hay un «problema» en esto.
Y es que, cuando contratas a alguien nuevo, prácticamente pierdes entre 2 semanas y 1 mes en formarle.
Generalmente, no porque haga falta tanto tiempo.
Si no porque, por un lado, no sabemos formar y no hemos preparado la formación.
Y por otro, y habitualmente más común, porque nos da un poco de «miedo» contratar profesionales ya formados que seguramente nos van a costar más caros, y entonces optamos por contratar jovencitos inexpertos a los que hay que dedicarles muchas más horas, y que normalmente cometen muchos más errores.
La cuestión es que esto, no solo hace que no tengas las horas extras que te daría si estuviera formado, sino que, además, también pierdes el resto de las horas porque tienes que formarle..
O al menos, buena parte de ellas.
Para esto hay una solución que prácticamente todos los empresarios conocen, pero que se empeñan en pensar que no les sirve.
Y me refiero a los administrativos virtuales, asistentes online, o como quieras llamarlos.
Yo los he usado, y reconozco que al principio se hace un poco raro no tenerlos ahí a tu lado donde tú puedes verlos.
Pero en cuanto te acuerdas de que no le estás pagando por horas de su tiempo, sino por horas de trabajo efectivo, se te pasa pronto la extrañeza.
Y deja de pensar que a ti no te sirve esta opción porque lo que tienen que hacer deben hacerlo desde tus instalaciones.
Porque a excepción de casos muy puntuales, esto es solo una barrera mental que te pones tú mismo porque te asusta lo desconocido.
Y créeme que sé de lo que hablo.
No solo porque lo he probado yo con mi negocio y ha funcionado sin problemas.
Si no porque también lo he puesto en marcha con algunos de mis clientes, con los que también ha funcionado.
Y más aún, tengo un cliente al que he ayudado a crear una empresa de administrativos virtuales, y la conozco por dentro.
Tú solo tienes que pensar qué tareas quieres que te quiten de en medio, y buscar un asistente virtual, o una empresa especializada en esto, que las ejecute.
Si te impone demasiado la idea, empieza con pequeñas tareas, y a medida que vayas cogiendo confianza, ya le vas aumentando.
De esta manera, no solo dispondrás de más horas para generar más negocio, sino que, además, darás mejor servicio a tus clientes y también darás mejor imagen de empresa.
Y si llega un día en que ya no los necesitas, o ya puedes y quieres contratar a alguien a jornada completa para que trabaje en tus instalaciones, pues solo tienes que finalizar el acuerdo.
Sin despidos, ni indemnizaciones, ni 15 días de preaviso, ni nada de nada.
Así que plantéatelo si estás en esa situación en la que necesitas quien te ayude pero no puedes pagarle o no tienes tareas suficientes para darle, y prueba, porque el coste de probar es muy bajo y quizá sea la solución perfecta a tu caso.
Y si necesitas que te eche una mano a definir qué tareas darles, qué podrían hacer, o quién sería el más adecuado para tu caso, contrata una consultoría conmigo y te ayudo.
Disfruta del día!
Rafa Valero
P.D. – El trabajo de empresario también es probar y arriesgarse.