Si hay una palabra que tiene verdadero poder, esa es: GRATIS
Porque solo con verla escrita, o con escucharla, ya despierta el interés y alegra el corazón.
¿O no?
¿No te entra un agradable cosquilleo cada vez que puedes obtener algo sin abrir la billetera, aunque pienses, o sepas, que es “cutre”?
Claro que sí.
Eres humano.
El problema es que algunos “chungos” del marketing nos han malacostumbrado, y cuando una empresa nos ofrece algo gratis desconfiamos porque estamos convencidos de que al final ese “regalo” nos va a salir caro.
Sin embargo, si esto de regalar cosas lo haces bien, puede llegar a ser más que rentable para tu negocio.
Aunque solo sea porque lo gratis crea un sentimiento de reciprocidad, y cuando recibes algo sin que esperen nada a cambio se crea un lazo emocional con esa marca.
Y un pequeño gesto gratuito podría traducirse en una lealtad a largo plazo.
Insisto. Si lo haces bien.
Últimamente, asociamos mucho lo gratis al mundo digital, porque ya es el pan nuestro de cada día que nos den ebooks, cursos, o muestras gratuitas, a cambio de nuestros emails.
Sin embargo, no lo han inventado ellos.
¿O no te acuerdas de cuando ibas por un centro comercial y una simpática azafata se te acercaba para darte a probar un trozo de queso, o un mini vasito de cualquier bebida no alcohólica?
La cosa es que, sea como sea tu negocio, tú también te puedes beneficiar de esta táctica, incluso aunque lo que vendas son aparatos o servicios que no se pueden regalar.
Y la clave está en la estrategia.
Porque no tengo dudas de que alguna vez habrás “regalado” algo, aunque sea una muestra gratuita en las instalaciones de tu cliente para que vean cómo lo haces.
Pero también estoy bastante convencido de que no lo habrás hecho con una planificación lógica.
Y quizá por eso no te ha funcionado, por mucho que lo que regales tenga un alto valor.
Me explico.
Muchas empresas regalan con la única intención de vender.
Lo cual es bastante lógico y hay poco que decir en contra.
Lo que pasa, es que pretenden vender justo después de darte el regalo.
Y eso le resta fuerza a la táctica, porque como lo “sabes”, te haces de rogar incluso para coger lo gratis.
Y entonces el esfuerzo comercial, que debería ser prácticamente nulo, se convierte en un acto de venta.
Pero, ¿y si en lugar de regalar para vender, regalas solo para que esos posibles clientes entren en tu universo?
Es decir, solo para que te conozcan, para que sepan cómo es tu empresa, para que vean qué otros servicios ofrecéis, cómo actuáis, etc.
Pero sin intentar venderles nada en ese momento.
Y después, más adelante y con elegancia, ya intentas engatusarles con tus ofertas.
De esta manera conseguirías 2 cosas:
Por un lado, que no se resistieran a tu regalo y que el esfuerzo comercial fuera mínimo.
Y, por otro lado, aprovecharte del boca a boca, porque la gente adora compartir buenas ofertas, y al no sentirse agobiados por recibir tu obsequio, correrían la voz a otros con mucha rapidez.
Y en esta estrategia, cuantos más reciban lo gratis, mejor para ti.
En fin, espero que esto te ayude a no subestimar el encanto de lo gratis, y que te ayude a vender más.
Porque, aunque no es una estrategia que te devuelva rápidamente la inversión, todas las veces que lo he implementado en mis propias empresas, y también en las de los empresarios que contratan mis mentorías, ha funcionado bastante bien.
¡Que pases un buen día!
Rafael Valero
PD – Acuérdate de restar de tus márgenes lo que regalas.