Estos 2 días atrás hemos visto qué deberías valorar y cuáles son los pros de contratar empleados sin experiencia.
Y hoy tocan las contras que, como verás, todas te van a suponer un coste con el que quizá no contabas.
Falta de madurez
Para empezar, y ya sea por su edad, o por el propio desconocimiento del trabajo que va a realizar, su desempeño será previsiblemente menor en todos los casos.
O sea, que va a tardar más tiempo en hacer lo que sea que tenga que hacer.
Y esto se agrava especialmente ante situaciones de estrés o crisis.
Cometen más errores
Por lógica, los empleados sin experiencia van a cometer muchísimos más errores que aquellos que ya hayan trabajado antes en el mismo puesto, o en uno similar.
Y estos errores se traducen en costes que siempre suelen ir más allá del material, como por ejemplo: su tiempo de volver a hacerlo bien, y tu tiempo -o el de otro empleado- de estar pendiente de que ahora lo haga mejor.
Puede que lo infrautilices
Es probable que su falta de experiencia, mezclada con tu escaso tiempo te haga caer en el error de pensar que enseñarle te cuesta demasiado trabajo, y que entonces empieces a infrautilizarlo asignándole tareas que no son las típicas del trabajo para el que lo hayas contratado.
Como por ejemplo, usándolo de “correveidile”.
Y esto, además de que alargaría su completa formación, y tendría un coste más elevado en tiempo, también haría que desatendieras tus funciones principales durante más tiempo del previsto inicialmente, para hacer lo que debería hacer el nuevo empleado.
(Esto pasa, sobre todo, cuando a la hora de contratarlo no se han definido claramente las necesidades, o cuando se ha contratado “por compromiso”).
El coste de enseñarle es mayor
A parte del coste que supondría para ti todos los puntos anteriores, también has de sumarle que, nada más empezar a trabajar, o tú, o cualquier otro empleado tuyo, vais a tener que dedicarle prácticamente el 100% de vuestro tiempo a enseñarle.
Y si no es el 100%, sí que serán muchas horas.
Y a eso, además del propio coste de las horas que dediquéis, hay que sumarle lo que podríais haber hecho de vuestro trabajo en esas horas y no habéis hecho.
O incluso que la calidad de vuestro trabajo sea menor por haber tenido que estar pendiente de él.
Después, a medida que va avanzando, y hasta que pueda funcionar de manera completamente autónoma, habrá que seguir prestándole mucha atención, lo cual continúa teniendo un coste en tiempo y también en estrés.
Y a más lento sea aprendiendo, o peor hagáis la función de enseñarle, más largo será su aprendizaje y por lo tanto, más se incrementarán los costes.
En definitiva, y como puedes ver el coste de un empleado sin experiencia no es sólo la nómina y la seguridad social, sino que va mucho más allá.
Y aunque viendo esto, a priori parezca que nunca sale rentable contratar un empleado sin experiencia, tampoco es así, porque todo dependerá del puesto que deba cubrir y de los recursos con que cuentes para estar pendiente de él.
Pero eso sí, antes de contratarlo medita bien qué tiene que hacer y cómo y quién le va a enseñar, porque cuanto menos te lo prepares, más coste tendrá para ti.
Que la productividad te acompañe!
Rafael Valero
PD – A todo lo anterior súmale que probablemente debas invertir en formación más especializada.