Todos queremos ser más productivos.
No todos saben lo que significa, pero todos quieren lograr más cosas con menos esfuerzo y, desde luego, con menos tiempo de dedicación.
Y si hay algo que sin ninguna duda ayuda a conseguirlo, eso es ser capaz de estar por lo que tienes que estar.
Es decir, tener la capacidad de concentrarte al 100% en lo que sea que estés haciendo.
Y da igual que eso sea el desarrollo de un plan estratégico para una multinacional, o lavar los platos.
Porque si eres capaz de enfocarte única y exclusivamente en lo que estés haciendo en un momento determinado, sin duda podrás hacerlo mejor y mucho más rápido.
Ahora bien, ¿cómo logra uno enfocarse al máximo con la de cosas que hay rondándote todo el rato en la cabeza?
Pues muy fácil. Vaciándola.
Qué es vaciar la mente
Vaciar la mente consiste en sacar de tu cabeza todo lo que te esté rondando para que así no tengas que estar pensándolo o recordándolo constantemente.
La idea es que te puedas concentrar en lo que sea que estés haciendo sin que exista ningún tipo de distracción.
O al menos no de las que provengan de ti mismo.
Pero es importante recalcar que vaciar la mente no implica decidir nada.
Simplemente consiste en anotar en una herramienta externa, que tendrás que haber decidido previamente, cualquier idea, pensamiento, tarea, o lo que sea que se te venga a la mente.
Y más tarde ya decidirás qué hacer con eso que has anotado.
Qué beneficios te aporta vaciar la mente
¿De verdad hace falta que te lo diga?
Bueno, supongo que sí.
Mira, vaciar la mente aporta muchos beneficios, pero si tuviera que recalcar algunos, sin ninguna duda serían:
Te hace mucho más efectivo
Al tener tu cabeza vacía de pensamientos que te incordian eres capaz de centrarte mucho más en lo que sea que estés haciendo, y eso implica que tus resultados serán mejores y que los lograrás en menos tiempo.
Dejas de olvidar cosas
¿Cuántas ideas brillantes has tenido y se han olvidado? ¿Cuántas cosas has dejado de hacer en el momento en que tenías que hacerlas? ¿Cuántos consejos se han desvanecido con el paso del tiempo?
Yo muchas, y casi siempre ha sido por no haber querido parar de hacer lo que estuviera haciendo, porque estaba seguro de que después me acordaría.
Pero no te acuerdas.
Sin embargo, cuando coges el hábito de anotar cualquier cosa que piensas, ves, o te dicen, ya no te tienes que preocupar de si te olvidarás de algo o no.
Tienes sensación de control
Cuando te acostumbras a anotar todo, en especial cuando lo haces sin pensar, ganas seguridad porque sin perder la concentración sabes que no se te olvidará.
Y hacerlo en el mismo lugar siempre te da una sensación de control como no te imaginas.
Qué, cómo, cuándo y dónde vaciar la mente para que sea más efectivo
Qué apuntar
La respuesta es obvia: TODO. Porque no existen las malas ideas, sólo se diferencian entre las que te sirven y las que no.
Por lo tanto, cualquier cosa que se te ocurra, por muy nimia o tonta que te parezca, la apuntas:
- Tareas para hacer
- Ideas a tener en cuenta
- Información para referencia o apoyo de tus proyectos
- Cosas que quieras ver o leer
- …
Aquí lo importante es que no te desenfoques de lo que estés haciendo, y que apuntes sin pensar lo que se te venga a la mente, que ya tendrás oportunidad más tarde de decidir si eso te sirve realmente, o si lo desechas.
Cuándo vaciar la mente
Teniendo en cuenta que has de anotar todo lo que te llegue a la cabeza, pues no hay ni hora, ni momento, ni lugar.
Así que la respuesta es SIEMPRE.
Y es así, porque a tu mente le da igual si estás trabajando, tumbado en la playa, o charlando con alguien, porque ella sigue trabajando aunque tú estés de fiesta.
Cómo se vacía la mente
La mejor forma es hacerlo fácil, simple y rápido.
Tú limítate a anotar el pensamiento o la información que pienses, veas, o te den, de la manera más rápida y sin pensar en absoluto en ello.
Lo único importante es que lo escribas de manera que cuando lo leas entiendas lo que pone. Y no me refiero a la caligrafía, sino a que tenga sentido la anotación.
Dónde lo apuntamos
El lugar es indiferente. Lo único importante es que siempre sea el mismo y que puedas acceder a él en cualquier momento.
Lo más lógico es usar el smartphone porque ya casi forma parte de ti, pero si prefieres un sistema analógico, cualquier bloc de notas te servirá.
Yo por ejemplo utilizo una aplicación que tengo instalada tanto en el ordenador como en el smartphone y la tablet, así que da igual el equipo que esté utilizando, siempre van a ir a parar al mismo sitio las cosas que anote.
Que sea siempre el mismo sistema o herramienta, tiene que ver con la tranquilidad que te aporta el saber dónde has apuntado todo.
Y sobre esto, de momento, poco más puedo contarte. Solamente que te «acuerdes» de no dejar nada en tu cabeza.
¡¡Anótalo!!