¿Cuántas veces has colgado el teléfono y justo después de hacerlo te has acordado de algo que tenías que haberle dicho a la otra persona?
¿Cuántas veces has tenido que volver a llamarle, porque era algo «importante»?
Supongo que más de una, ¿verdad?
Pues fíjate si yo era despistado, que esto llegó a pasarme hasta 2 veces seguidas con la misma persona.
Es decir…
– Colgar
– Volver a llamar porque me había olvidado de decirle algo
– Colgar
– Tener que volver a llamar porque se me había olvidado otra cosa.
Menos mal que tenía confianza con el interlocutor, porque si me llega a pasar con un cliente, imagínate la mala imagen que le hubiera dado.
Pero con las llamadas no sólo nos pasa eso, porque…
¿Cuántas veces se te ha alargado más de la cuenta una llamada porque estabas intentando recordar el motivo por el que llamabas?
Ya sabes, eso de que llamas para cualquier cosa, pero entre saludos, comentarios simpáticos y chorradas varias, se te olvida el tema de la llamada.
Y entonces te pones a marear la perdiz hablando de temas banales mientras intentas acordarte de para qué llamabas.
O sea, una pérdida de tiempo.
Y bueno, tampoco es que haya que ponerse demasiado dramáticos, que al fin y al cabo sólo es una llamada.
Pero es que si lo piensas, a la pérdida de tiempo quizá debas sumarle que estás mostrando una falta de profesionalidadenorme si a quien llamas es un cliente, un proveedor, o un empleado.
Aunque como para todo, para esto también hay solución.
Verás, estas cosas pasan generalmente porque cuando nos acordamos de que hemos de hablar con alguien, agarramos el teléfono y le llamamos sin más.
Sin embargo, esa no es la mejor idea, porque al fin y al cabo, una llamada telefónica es una mini reunión.
Y da igual que ésta sea con un cliente, con un compañero o con un amigo de la infancia.
Es una mini reunión y así debes tratarla.
O sea, que has de prepararla.
Y no es tan complicado, ni te va a llevar demasiado tiempo. Basta con que te pares un par de minutos antes de marcar, y hagas una lista con los temas que quieres tratar.
Apúntatelos en una libreta, en un post-it, en el propio teléfono, o en una servilleta. Da igual.
La cuestión es que lo tengas delante durante la llamada, para evitar balbucear porque no te acuerdas de lo que tenías que hablar.
Y si nunca has preparado una reunión, o no te suelen salir muy productivas, podemos arreglarlo.
Tú pruébalo, y verás que una vez que te acostumbres, el tiempo al teléfono se reducirá tanto que incluso tendrás que buscarte un hobby.
Que la productividad te acompañe!
Rafael Valero
PD – Quizá pienses que soy un poco exagerado, y que tampoco es para tanto perder un par de minutos que no te llevan a ningún lado.
Pero es que no son sólo un par de minutos, porque si mantienes 4 o 5 llamadas por día, y en cada una pierdes un par de minutos, pues al final son 10.
Y 10 minutos no te van a hacer más productivo, pero si tienes que perderlos que sea porque tú lo decides conscientemente, no porque se te escapen por no estar preparado.