¿Sabes esa sensación de estar haciendo algo, mirar el reloj, y darte cuenta de que han pasado varias horas sin darte cuenta?
Pues eso es el flow.
Que por si no lo sabes, es ese estado mental en el que estamos tan concentrados y disfrutamos tanto de lo que estamos haciendo, que el tiempo pasa sin darnos cuenta.
Es como si lo que estás haciendo y tú fuerais una sola cosa.
Como si te saliera de dentro.
Estar en flow es lo que provoca que un escritor teclee como un poseso y no se entere de lo que pasa a su alrededor cuando está escribiendo, aunque haya un terremoto.
Es estar jugando con tu hijo y convertirte en un niño más durante unos minutos.
Es fundirte con lo que sea que estás haciendo, y aunque sea un tema desagradable, disfrutar con ello.
El problema es que entrar en modo flow no siempre lo eliges.
De hecho, por regla general es el flow el que te elige a ti.
Básicamente, porque está directamente relacionado con la atención.
Y está claro que la atención tiene vida propia y va a su bola.
Ojalá pudiéramos activarlo o desactivarlo apretando un botón.
Pero no es posible.
O al menos yo no lo he encontrado.
Aunque bueno, como casi todo en la vida, esto también se puede entrenar.
Y ya sabes que cuanto más entrenas, más fácil se hace todo.
Yo no soy un gran experto en entrar en modo flow.
Porque me despisto hasta con una mosca.
Pero cuando lo necesito, hago esto para forzarlo:
Para empezar, me aíslo.
Cierro la puerta y pongo el teléfono boca abajo para no ver la pantalla, o lo meto en un cajón.
Y de ser necesario, incluso lo apago.
Después me pongo música.
Pero solo música, sin cantantes y sin conocerla.
Porque si no, la tarareo.
Si el tema a enfocarme es verdaderamente importante, pero estoy especialmente espeso, me leo alguna frase motivadora que esté relacionada con el fin a conseguir.
Que tengo por ahí una lista de más de 500.
Y me suelen ayudar bastante.
Y si con todo esto no me basta, entonces lo que hago es escribir en una libreta.
En el ordenador no, mejor con lápiz y papel.
Y escribo cualquier cosa, aunque no tenga sentido.
Que te sorprenderías de las estupideces y tonterías que escribo.
Pero es que solo busco que mi mente se suelte, no contar una historia bonita.
Y ya está.
Por regla general, con esto consigo centrarme en esos momentos en que necesito hacerlo.
Aunque no te voy a engañar, porque a veces, ni aun así me funciona.
De hecho, a veces he conseguido entrar en flow intentando entrar en flow, pero no en lo que pretendía.
O sea, que donde se me ha ido el tiempo sin darme cuenta ha sido en toda la parte de la preparación para concentrarme, pero no en lo que quería.
Qué le vamos a hacer.
No soy perfecto.
En esos casos, simplemente lo dejo estar.
Es frustrante, pero si ni forzándolo lo consigo, es porque ese no es el día.
Así que me pongo con otras cosas, porque si no, sí que entro en flow, pero en el de no hacer nada.
¡Disfruta del día!
Rafael Valero
PD – Cuéntame si tú usas alguna técnica que te funcione.